Antecedentes históricos

Algunos historiadores aseguran que la práctica de la hidroterapia de colon o, en su forma más básica, el enema, se utilizó por primera vez en la época de los egipcios. Tanto el Papiro Ebers, que data del siglo XIV A.C. como el Papiro Edwin Smith, del siglo XVII A.C., mencionan los enemas y dan indicaciones sobre su uso.

A finales del siglo IX y principios del siglo XX, con la llegada del hule, el enema o lavativa dio pie al equipo de hidroterapia de colon.

En el Journal of American Medicine de 1917, el Dr. Kellog reportó que en el tratamiento de enfermedad gastrointestinal en cerca de 40,000 casos, sólo 20 pacientes se sometieron a cirugía, mientras que el resto fue controlado mediante limpieza de colon, dieta y ejercicio.

La hidroterapia de colon obtuvo la mención del Doctor James A. Wiltsie, quien afirmó que “Nuestro conocimiento de la fisiología normal y anormal del colon, así como su patología y tratamiento, no está al mismo nivel que el de otros órganos y sistemas del cuerpo”. Además, mencionó que “Mientras pensemos que el colon se hará cargo de sí mismo de su trabajo de evacuación, continuaremos ignorando por completo la que es, quizá, una de las fuentes más importantes de enfermedad en todo el cuerpo”.